sábado, 31 de marzo de 2007

Jetas

El paso y el peso del tiempo me han inducido a dividir los rostros de los seres humanos en dos grupos: caras y jetas. Los portadores de caras van al supermercado, toman café en la terraza de la esquina, acuden a las playas y coinciden en los ascensores. El grupo de los portadores de caras está formado por la mayoría de los mortales y, como les ocurre a casi todos los mortales, sus caras cambian para peor con el paso y el peso de los años.
Los portadores de jetas, sin embargo, han decidido que el tiempo no pase por sus rostros. No están en los supermercados, no toman café en la terraza de la esquina, van a determinadas playas en las que sólo verán las jetas de los otros portadores de jetas, utilizan ascensores de uso exlusivo para quienes portan jetas. Sus jetas tambien cambian para peor con el paso y el peso de los años, pero ellos forman el reducido grupo de quienes creen que sus rostros son imperecederos.
Para alcanzar esa perpetuidad acuden al mismo cirujano plástico, el cual tiene un único diseño para sus jetas. Corta aquí, estira allá y el jeta ya tiene un rostro de diseño. El incoveniente de los portadores de jetas es que todos forman parte del diseño único perpetrado por ese único cirujano. Son cromos repetidos de una misma collección en la que Saúl Menem tiene idénticos rasgos a los de Julio Iglesias, en la que Bibiana Fernández luce un rostro igual al exhibido por Marujita Díaz.
El inquietante futuro de los portadores de jetas llegará cuando alguien, en fecha no muy alejada a la de hoy, afirme o escriba que Menem fue una mujer casada con un chulo llamado Spartaco Santoni, que Julio Iglesias era un transexual que vivió su juventud divina en la Cruz del Monilillo, que Marujita Díaz contrajo nupcias con una afamada modelo chilena y que Bibiana Fernández fue un señor que tuvo varios hijos con una que anunciaba bombones y baldosas. Las caras son anónimas, las jetas serán confusas.
En la literatura ocurre algo semejante a lo antedicho, pero con resultados inversos. En la literatura también hay caras y jetas. Las caras que escriben son diferenciables por un estilo literario que crearon para distinguirse de otras caras de escritores que también crearon su estilo original. Las jetas de la pluma copian los estilos de las caras que escriben. Si los primeros son infelices porque saben que jamás alcanzáran la perfección , los segundos estan satisfechos de sus copias y las creen perfectas. Borges, Cavafis, Cernuda y Faulkner han sido clonados en miles de jetas que llegaron a creerse Borges, Cavafis, Cernuda y Faulkner. Ignoro si la clonación literaria es mala. Sé que los llamados criticos literarios no distinguen al original del clon.

Fuente: Diario Sur de Malaga, viernes 16 de junio de 2006

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